Sonia Yang, una taiwanesa que se mudó hace años con su al pueblo de Cheadle Hulme, Stockport, no sólo logró hablar, a los 10 años de edad, diez idiomas. Además lo hace, en cada caso, con una fluidez que asombró a los miembros del jurado.
Sus maestros de la escuela primaria a la que asiste en Greenbank, ya habían quedado deslumbrados ante su inteligencia y por la espléndida fluidez con que podía tres idiomas aparte del propio. Cuando llegó a Inglaterra, Sonia ya podía hablar japonés, chino e inglés.
Más de 5.000 estudiantes participaron del concurso. Pusieron a prueba a la increíble Sonia sobre sus conocimientos de lenguas y su capacidad para aprender otras completamente nuevas. En la preparatoria le plantearon como desafío, por ejemplo, que aprendiera el idioma de , conocido como luganda o ganda. Lo hizo en apenas unas semanas. También habla alemán, francés y español.
Cuando le preguntaron cuál fue el idioma que le costó menos aprender, contestó: "Para mí el luganda era más fácil de lo que podría sido para un inglés ya que algunas de las palabras son muy similares a los de Taiwán". Y cuando le preguntaron cuál era su lengua , respondió sin dudar que el inglés. "Todo el lo puede entender."
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