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Una frase para pensar...

Sobre el beso, el amor, la quimica y el cerebro

Pero más allá de la simple interacción entre dos labios -o de un labio con la mejilla- y los propósitos para los cuales se utiliza, la investigación científica ha develado que el beso es en sí un lenguaje capaz de producir una cadena de efectos físicos, los cuales, de manera inconsciente, pueden llegar a alterar la capacidad de decisión. 

Prueba de ello es un estudio presentado por la antropóloga Hellen Fisher, de la Universidad de Rutgers (EE.UU.), en la Reunión Anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Según la experta, el torrente hormonal que se libera durante el beso activa el cerebro de formas tan disímiles que permite aprobar o descartar a una potencial pareja. "Hay personas que aseguran que se desencantaron de su pretendiente después de un beso", dijo la especialista. 

De acuerdo con Fisher, esto ocurre porque con el beso se da un intercambio químico de 'datos' sobre quienes participan en la acción. Esta información permite establecer y definir compatibilidades e incompatibilidades. 

Es el caso del beso que genera el amor romántico, en el cual -según la especialista, considerada la gurú del amor- las sustancias químicas involucradas generan una estimulación comparable a la de los efectos de un narcótico. Por ello, este tipo de sentimiento, más que una emoción, es un impulso que viene del cerebro, específicamente de la zona responsable de las adicciones. 

A partir de un estudio que realizó con 28.000 adultos, Fisher estableció que las personas buscan inconscientemente a su pareja según la sustancia química que predomina en ellas. Quienes tienen más altos niveles de testosterona (asociada a personalidades analíticas) tienden a buscar parejas con niveles altos de estrógenos (personas intuitivas y de imaginación). 

Del igual manera, aquellos con predominio de dopamina (ligada a la creatividad y al riesgo) se buscan entre sí. Lo mismo sucede con aquellas parejas en las que la relevancia hormonal la tiene la serotonina (que define a personas tradicionales y ecuánimes). 

"Está práctica -el beso- no es causal: el 90 por ciento de los seres lo hace -dijo, Fisher en el encuentro-. Es una herramienta efectiva de evaluación". 

Más allá de los labios 

Ahora, no solo la saliva implícita en el beso tiene el poder de alterar la conducta de las personas. Estudios científicos han mostrado que el semen y el sudor también lo hacen. 

Un estudio de la Universidad de Rice (Texas), de la psicóloga Denise Chen, encontró que el cerebro de las mujeres puede interpretar las señales químicas enviadas por el olor del sudor del hombre y determinar inconscientemente si se encuentra excitado. 

El descubrimiento, publicado en el Journal of Neuroscience, de febrero, es uno de los primeros en establecer que en los humanos el olor corporal tiene una función para la consumación de relaciones íntimas. Según Chen, hasta ahora estaba muy clara la influencia odorífica del sudor en la actividad sexual de los animales, pero existía poco conocimiento sobre el fenómeno en los humanos. 

Su estudio demuestra que varias regiones del cerebro femenino -corteza orbifrontal derecha, la región fusiforme y el hipotálamo derecho- están relacionadas con la valoración emocional de la información que viene del olfato. 

"Con excepción del hipotálamo, ninguna de estas regiones se había asociado al deseo y al comportamiento sexual", afirmó Chen al The New York Times. Según ella, los resultados de la investigación -con una muestra de 19 mujeres que inhalaron el aroma del sudor de 20 hombres- ayudan a explicar de alguna forma cómo funcionan los mecanismos neurológicos para procesar las señales químicas que inciden en el comportamiento social. 

De hecho, en las conclusiones los investigadores destacaron que quienes participaron en el estudio aseguraron que el olor del cuerpo es un factor importante al momento de escoger una pareja. 

ÓSCULOS SALUDABLES 

Los investigadores también le han otorgado al beso una serie de propiedades terapéuticas. A continuación una de las más generalizadas: 

- Favorece al sistema cardiovascular, a la circulación y ayuda a mantener estables los niveles de colesterol.
- Ayuda a quemar unas 12 calorías. 
- Coadyuva en la prevención de la caries. 
- Mejora el estado de la piel del rostro. 
- Tiene efecto analgésico.
 


CON EFECTOS ANTIDEPRESIVOS EN LAS MUJERES
 

No solo los besos y su intercambio de saliva o el sudor y sus olores inciden en algunos comportamientos. Investigadores de la U. de Nueva York revelaron, en un artículo del The New Scientist, que el semen podría tener cierto efecto antidepresivo en las mujeres. 

Para llegar a esa conclusión estudiaron a 293 parejas, las cuales fueron divididas en cinco grupos tomando como variable de elección la frecuencia de uso del condón en sus relaciones sexuales. 

En el análisis encontraron que las mujeres más expuestas al semen de sus parejas -que no usaban preservativo- presentan menores índices de depresión que las que los usan esporádica o permanentemente. 

Para los científicos, la posible explicación del fenómeno está en el hecho de que el semen contiene una serie de hormonas que son absorbidas por los órganos sexuales femeninos e inciden en los estrógenos, la testosterona, la hormona folículo-estimulante, las prostaglandinas y la pro-lactina, todas sustancias vinculadas el estado de ánimo.
 


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